David Villa es una de las grandes estrellas del fútbol mundial en la actualidad. El delantero español se prepara para mostrar su extraordinario momento de forma en el máximo escenario del fútbol en el planeta: la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010. Y lo hace, claro, con el mejor ánimo y el optimismo de que la Roja podrá cumplir las expectativas y coronarse campeón.
Con la experiencia de un agridulce Alemania 2006 y, sobre todo, una extraordinaria Eurocopa hace dos años, el goleador ibérico sabe que esta es la gran oportunidad para que España pueda por fin sacudirse el mal fario planetario y se instale, al fin, entre la élite mundial. De todo esto y más, habló con entusiasmo y alegría, en exclusiva para FIFA.com.
Señor Villa, ¿cuál es la clave de esta España que parece irresistible?
Creo que nuestro estilo está definido desde hace algunos años atrás. Lo más importante es que este equipo no es de un mes ni de dos, es de tres años ya conjuntado, tiene una filosofía de juego, jugadores que se acoplan a esa filosofía, y eso sin duda se refleja en el campo de juego.
¿Qué opina del grupo que le tocó en suerte a España en Sudáfrica?
De los rivales que nos hubieran podido tocar no fueron quizás los, a priori, más potentes, pero nos lo van a poner difícil. A Honduras no lo conocemos mucho, pero está conjuntado y llegó al Mundial por méritos propios. Suiza es más europeo, joven y con dinámica. Para mí el más peligroso del grupo es Chile, que tuvo una gran fase clasificatoria en Sudamérica. Un equipo muy compacto, muy aguerrido, que además es muy peligroso en ataque.
¿Cuáles son sus recuerdos de Alemania 2006?
Empezamos ganando con holgura (4-0 a Ucrania), yo hice goles, y la primera fase fue muy buena. Pero después llegó el partido contra Francia, no jugamos bien y nos fuimos a casa. Hice 3 goles en el torneo, pero me despedí con un sabor bastante amargo.
Después llegó la Euro: ¿significó un cambio de paradigma en el fútbol español?
Por supuesto. Había que cambiar la dinámica más que el nivel futbolístico. Ideas como que “España juega bien pero se va a casa” o “son campeones antes de jugar los torneos”, “tienen mala suerte en los penales”… ya no existen más. Y me parece que continuarán enterradas por muchísimos años más.
¿Qué diferencias marcaría entre esta selección y la de hace dos años?
Más o menos parecida. Hay más juventud, se ha remodelado alguna cosa, pero la estructura del equipo sigue presente, con mucho fútbol por delante, muchas temporadas por jugar como conjunto, y algunos trofeos ganados ya. Este equipo es una continuación del anterior.
Sin embargo, el equipo no tuvo una buena Copa FIFA Confederaciones el año pasado, ¿qué aprendieron de ese torneo?
Una cosa que ya sabíamos de torneos anteriores: que un día malo te manda para casa. No salimos en nuestro mejor momento ante Estados Unidos, y no hablo de jugar mal, porque creamos muchas oportunidades, pero no pudimos convertirlas y terminamos eliminados.
¿Cómo describiría la dupla que forma Fernando Torres, su compañero de ataque?
Llevamos mucho tiempo jugando juntos. Es importante la buena relación que tenemos en el campo. No imprescindible, porque a final de cuentas donde tiene que haber conexión es en la cancha, pero somos amigos y eso hace que sea todo muy positivo. El juego de él me beneficia a mí un montón, y viceversa. Somos una buena pareja, y lo venimos demostrando desde hace tiempo.
¿Y cuál es su opinión de la pareja Xavi-Iniesta, compañeros suyos en la selección y ahora en el Barcelona?
Son jugadores que a la vez de muy expertos tienen juventud, que llevan mucho tiempo jugando juntos, que saben de sobra el estilo de la selección. Juegan de memoria, lo que hace que la defensa esté mucho más tranquila porque la pelota la tenemos nosotros, y los que estamos arriba podemos estar listos en cualquier momento.
¿Hace una gran diferencia tener su situación contractual arreglada antes de un torneo?
Durante toda mi vida nunca había tenido un verano tranquilo, en el equipo que he estado siempre ha habido otros que me quieren, y eso añadía presión. Librarse de ella hace diferencia, sin duda.
España ha llegado como candidata a varias fases finales de la Copa Mundial de la FIFA, pero no ha podido gritar campeón. ¿Será la de Sudáfrica la vencida?
Por supuesto. Las estadísticas algún día se tiene que romper: ojalá que sea esta vez.